Paseo en la Reserva Provincial Ría Deseado

Paseo en la Reserva Provincial Ría Deseado

Por Susana Sandoval

Durante mi última estadía en Patagonia – esta  vez de vacaciones – realicé “una vez mas” el recorrido por la increíble Ría Deseado en la provincia de Santa Cruz. En este caso probé la excursión náutica de dos horas y media de duración de la empresa Los Vikingos, de Claudio Temporelli.

La ría es un estuario de Argentina que se forma en la desembocadura del río Deseado frente a la pequeña población de Puerto Deseado. Se trata del único río de América del Sur que dejó de volcar sus aguas en el océano y permitió la invasión de su cauce con un ingreso del mar en más de 40 km hacia el continente. Su paisaje se modifica a diario con la diferencia de mareas que pueden llegar hasta 6 metros de altura en esta zona. Es una Reserva Provincial que incluye un rico ambiente natural con gran diversidad biológica en sus cañadones, islas e islotes, lo que quiere decir que es un sitio maravilloso para disfrutar el avistaje de fauna y aves más el aire marino revolviendo cabellos e ideas! Con mi amiga Ana disfrutamos la excursión que recorre el primer tramo de la Ría en una tarde que nos  ofreció un paisaje de marea alta, sin viento y mucho sol, atributos que siempre se agradecen en la imprevisible región patagónica.

PUNTOS DE INTERÉS DE LA EXCURSIÓN

1-Isla de los Pájaros

El atractivo principal de esta isla es una colonia de Pinguinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) con casi 6.000 parejas reproductivas que llegan en Octubre y permanecen hasta Abril. La Isla tiene una vegetación densa que utilizan tanto pinguinos como biguás (Phalacrocorax olivaceus) para hacer sus nidos. Yo me entretuve un largo rato en posición “cuerpo a tierra” mirando un ostrero negro (Haematopus ater) que cuidaba su nido muy cerca de la zona de desembarco. Conversando con algunos residentes me enteré que ya está aprobado el Plan de Manejo de la Reserva y que en poco tiempo más habrá una sola franja de costa habilitada para el descenso de pasajeros en esta isla. Desde un punto de vista turístico responsable me pareció muy interesante además que las empresas que efectúan excursiones en la Ría siguieran hasta ahora un código de conducta pactado para no permanecer en el mismo sector de la isla en forma simultánea y producir el mínimo impacto. El trabajo colaborativo en un destino siempre produce buenos resultados.

2-Isla Larga

¿Quieren morirse de envidia viendo otras especies descansando lánguidamente sin estrés ni estados de ansiedad? Presten atención a la foto retratando la “actividad” de esta isla. La colonia de lobos marinos escasamente se movió con nuestro acercamiento. Sí, es cierto, vemos lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) en muchos lugares de la costa patagónica y de América del Sur. Pero me encantó la escena en esta punta no sumergida de la isla – que se conecta con el resto en marea baja –  donde lobos, cormoranes imperiales (Phalacrocorax atriceps) y alguna oportunista paloma antártica (Chionis alba) compartían la vida sin reloj ni celular en mano. Y ESE verde-turquesa de la ría de fondo…

3-Cañadón Torcido

La margen norte de la Ría Deseado presenta numerosos cañadones de distinta longitud que pueden recorrerse por agua solo en marea alta o por tierra a través de un camino costero. Nosotros ingresamos al Cañadón Torcido donde el silencio era increíble al igual que el color rojizo de las rocas de más de 150 millones de años de antiguedad. Esta vez ni siquiera sentí el sonido de una garza bruja (Nycticorax nycticorax) que es común encontrar en estos paisajes patagónicos. En honor a la verdad en varios momentos de la tarde quedé suspendida en medio de la paleta de colores de cielo azul-agua verde-roca colorada, como en los momentos que recorrimos este Cañadón.

4-Barranca de los Cormoranes

Siempre tengo espacio para el asombro cuando miro este acantilado ubicado frente a la Isla Larga en diagonal sur a Puerto Deseado. Con mínimos movimientos de la embarcación pasamos en unos instantes de estar frente a una colonia de cormoranes de cuello negro (Phalacrocorax magellanicus) a una de delicados cormoranes grises (Phalacrocorax gaimardi). Cada especie ocupa un sector perfectamente definido en el barranco y el avistaje embarcados es fantástico. Estábamos en la última parada del recorrido, el cielo ya había cambiado de color a esta hora y las rocas se confundían con el gris de las nubes. Momento ideal para sacar fotos y eso es lo que todos hicimos.

La colonia de cormoranes grises es la segunda en importancia en la provincia de Santa Cruz, la primera está en un sector de difícil acceso de la Bahía de San Julián, al sur de Puerto Deseado. En este sitio encontramos 120 parejas de este cormorán realmente bello con un cuerpo elegante y equilibrado y una llamativa combinación de colores en pico, patas, ojos y plumas. 

Por último, esta excursión presenta sorpresas continuas para quien esté atento. Por ejemplo, en nuestro caso avistamos un delfín austral (Lagenorhynchus australis) en medio de las Toninas overas (Cephalorhynchus commersonii), los delfines blanco y negro que ya esperábamos encontrar aquí. Pero la gran sorpresa que tuvimos fue el avistaje de un Pinguino Papúa (Pygoscelis papua) que llegó a la ría – límite de su distribución –  y tenía que quedarse hasta completar el ciclo de muda de plumas. En mi caso fue la primera vez que avisté un pinguino de esta especie. Allí estaba con su cuerpo redondo descansando sobre las rocas. Se podía ver fácilmente la franja blanca arriba de los ojos que caracteriza al papúa y también su pico de fuerte color naranja. Un regalo de la naturaleza para nosotros ese día, uno más. 

Extraido de  http://viajeroresponsable.com.ar/

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